Y el segundo es semejante: Amaras
a tu prójimo como a ti mismo; de estos dos mandamientos depende toda la Ley.
Los principales sacerdotes,
escribas y ancianos del pueblo consideraban a Jesús una gran amenaza y por eso
querían matarle (San Mateo 26: 3- 5), (San
Juan 11: 49-51 “Entonces Caifás uno de ellos, sumo sacerdote aquel año; les
dijo: Vosotros no sabéis nada; ni pensáis que nos conviene que muera un hombre
por el pueblo, y no que toda la nación perezca. Esto no lo dijo por sí mismo
sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizo que Jesús había de
morir por la nación”) Caifás probablemente pensaba que al enterarse los
romanos que las multitudes lo aclamaban como Rey considerarían que era rebelión
y vendrían contra ellos para destruirlos y aunque lo que más deseaban era
rebelarse contra el imperio Romano, Jesús no compartía sus intereses.
Además pensaban que Jesús había
engañado al pueblo porque ellos no conocían la Ley; ellos consideraban que
nadie excepto ellos podían entender la palabra de Dios y ellos eran quienes
enseñaban la Tora, claro según ellos, Dios tendría que haber enviado un Mesías
con cualidades como El Rey David, para liberarlos; ellos consideraban que nadie
excepto ellos podían entender la palabra de Dios y ellos eran quienes enseñaban
la Tora, claro según ellos, Dios tendría que haber enviado un Mesías con cualidades
como El Rey David, para liberarlos; en una ocasión mandaron a unos alguaciles
para arrestar a Jesús (Juan 7: 45- 49
“Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y estos les dijeron: ¿Porque no le
habéis traído? Los alguaciles respondieron: ¡jamás hombre alguno ha hablado
como este hombre! Entonces los fariseos les respondieron: ¿también vosotros
habéis sido engañados? ¿Acaso ha creído en el alguno de los gobernantes o de
los fariseos? Mas esta gente no sabe la Ley, maldita es”).
Los ojos espirituales de ellos estaban
cerrados (San Juan 12: 39-41 “Por esto
no podían creer, porque también dijo Isaías: Cegó los ojos de ellos; y
endureció su corazón; para que no vean
con sus ojos, y entiendan con el corazón, y se conviertan y yo los sane”).
El corazón de muchos judíos
estaba lleno de incredulidad, muchos gobernantes si habían creído en el pero
por miedo a los fariseos no lo confesaban por no ser expulsados de la sinagoga
(Juan 12:36-43) muy a pesar de que
las profecías Bíblicas hablaba a la hija de Sion “ Alégrate mucho hija de Sion;
da voces de júbilo hija de Jerusalén, he aquí tu Rey vendrá a ti, justo y
salvador, humilde y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de
asna” (Zacarías 9:9).
La fama de Jesús había recorrido
toda la tierra de Israel, multitudes querían conocerle y escucharle, estaban
emocionados algunos creían que su Mesías, prometido el redentor de Israel había
llegado, es que les había aliviado tanto el alma, y se compadecía de todos,
quien podría ser mejor que ese hombre llamado Jesús de Nazareth… El libertador había
llegado…
Las ultimas noches eran muy difíciles, el
momento de morir se acercaba; un dulce hasta pronto quería decirles El Señor
Jesús el día que celebraran la Pascua, y también con anterioridad estaba
preparando a sus discípulos para ese terrible momento… ¡oh, Cuanto anhelaba
comer la Pascua con sus discípulos! y en
su interior la desesperación y la más grande de las angustias… le decían que tendría
que estar dispuesto a ir hasta el final,
ir a la cruz, y soportar hasta su muerte completamente solo sin El
Padre, sin el Espíritu Santo, ir solo en su calidad de Dios, y en su condición
de hombre, sintiendo tantas emociones como hombre…
El amor de nuestro Señor Jesus por nosotros no tiene limite, pero si no hubiera ido a la cruz, no quiero ni imaginar el caos que seria esta vida sin el.
ResponderEliminarAtt. Mayjov.