En
la silla de los infieles: “Violencia en la ciudad”
Amaneció para José René
como todos los días, solo que ahora cumplía un mes y días de haber comenzado a
trabajar, estaba contento por haber conseguido un trabajo, paso un par de meses
que no había tenido trabajo, estuvo viviendo en la casa de su suegra junto con
su señora y sus dos hijos, pero se sentía incomodo porque no había aportado
dinero para la subsistencia de su familia como debía, y paso mucho tiempo
sintiéndose humillado por esta situación tan incómoda, estaba contento porque
este año si pudo mandar a estudiar a su hijo mayor, se había cambiado de casa,
el lugar era tranquilo, había conseguido un trabajo, y eso aligeraba su carga,
había tanto con que lidiar, pero estaba contento porque las cosas comenzaban a
funcionar.
Meses antes hizo algo
de lo que se sentía avergonzado, y preocupado, le pidieron que llevara una caja
pequeña, le pagaron bien, y aunque no sabia que contenía, algo le parecía que
no estaba bien, ese dinero se acabo como agua, no entendía porque, el siempre
estaba necesitado de dinero pero decidió
que aunque le tocara ir a picar piedras y a jalar arena y que le pagaran poco,
otro trabajo de llevar cajas no lo iba hacer.
Se fue de donde vivía,
y se sintió aliviado, no se despidió de nadie y dejo dicho que se iba al norte,
pero no fue así, cierto día, en su trabajo aparecieron unos amigos de las
personas a quienes les había hecho el trabajo de llevar la caja, no le gusto,
se preocupo y trato de no darle importancia, total se decía yo no se nada, eso
lo sabia el, pero no era lo que creían quienes lo habían contratado, el les
generaba una gran desconfianza, y no les alegraba verlo…
Jose Rene, desde niño
le toco trabajar en cosas tan difíciles, sembrar la tierra, cortar caña, cortar
café, sus manos eran bastante ásperas, se las había dañado de tanto trabajo,
para sus padres les había parecido mejor que les ayudara a trabajar de esa
manera, pues el, era el mayor de siete hermanos, y la comida escaseaba para aquella familia,
tenían tantas necesidades, el nunca se había puesto zapatos, hasta que cumplió
once años, cuando comenzó a ir a primer grado, una maestra del Cantón donde el
nació se intereso porque comenzara a estudiar y le consiguió unos zapatos
usados, el primer día le hicieron tantas ampollas que cuando iba de regreso a
su casa se los quito y los llevaba en el hombro, y poco a poco comenzó
acostumbrarse a usar zapatos.
A sus quince años,
conoció San Salvador, vino de paseo a la casa de una prima que vivía en Apopa,
se enamoro de una niña tan bonita que era vecina de su prima, y hacia tanto
esfuerzo por venirse los fines de semana a Salvador, comenzó a buscar en el Cantón en que mas podía
trabajar, y ganar dinero para ver a esa niña que lo tenia soñando despierto;
dos años pasaron y su lucha por ese amor dejo de ser en vano y se le hizo
realidad, dejo de estudiar, y prefirió conseguir un trabajo en la Ciudad, con
el objeto de estar cerca de su niña amada, y formar un hogar con ella; asi fue
como se vino a San Salvador, una ciudad relativamente grande en relación al
lugar donde nació, en donde las corrientes y las ideas de pensamiento eran muy
amplias casi para toda la gente, aquí pasaban cosas que en su lugar de origen
no pasaban; sin estudio difícilmente
consiguió ubicarse en algún trabajo, el deseaba aunque sea trabajar en los
camiones de basura de la Alcaldía Municipal de San Salvador, había oído que la
paga era algo buena, y a el no le daba pena trabajar en eso, casi nadie lo
conocía, el quería sacar al crédito una casita del fondo para poderle decir a Rosita
si se casaba con el, no pudo ingresar a trabajar en esa Alcaldía, lo intento
bastante, trato hasta de hacerse amigo de un señor que trabajaba en dicho
lugar, pero no paso nada, llevo su hoja de vida, pero no podía conseguir
trabajo, sin embargo a pesar de ser menor de edad consiguió trabajo en un
comedor del gran San Salvador, que no solo era un comedor, era un chupadero,
allí le dieron trabajo de vigilante, el no tenía ni idea lo difícil que sería
trabajar en ese lugar con gente alcohólica, gente que tenia sus emociones a
flor de piel, unos atropellando a otros, de cuando en cuando unos cuantos
heridos en pleitos de ebrios. Sin embargo tenia un pensamiento tan fijo en su
mente, casarse con Rosita, y creía que todo valía la pena por ella.
La maestra que lo animo
a estudiar le aconsejaba que continuara estudiando, y que luchara por estudiar
dos grados en un año para que avanzara pronto, pero no quiso, su corazón pudo mas que los consejos y la
razón, a sus cortos diecisiete años se acompaño con una menor de de dieciséis
años, al no alcanzarle el dinero que al
mes ganaba, se la llevo a la casa de sus padres, y al siguiente año se
convirtió en padre, fue dura la responsabilidad, ambos dejaron de estudiar, y
sin un futuro, comenzaron a trabajar la
tierra, pero al nacer su niño sintió la carga tan difícil de llevar… porque ya
no tenia que pensar solo en el, sino que tenia que pensar en sostener dos
personas mas, sintió que era mas fácil venir a trabajar aunque sea en ese
chupadero en San Salvador, que quedarse en el campo trabajando la tierra, y asi
lo hizo se regreso a San Salvador, pero en la ciudad, sin estudio, y con familia las cosas fueron bastante duras,
casi no desayunaba, volvió a trabajar de vigilante, el dinero escaseaba, tuvo
que buscar alquilar al menos un cuarto
para vivir con su familia, aunque las tormentas de la vida arreciaron el era
una de esas personas que no se daban fácilmente por vencido, y por amor a su
familia siempre se esforzaba.
catorce largos años
pasaron, amaba a Rosita como siempre, aunque no se había casado con ella, ya
tenían dos hijos uno de doce años y otro de diez, el ya había estado en
diferentes trabajos, ninguno como empleado publico, ninguno con buena paga,
solo trabajos donde su fuerza laboral había sido mal valorada, con poca paga,
sin ninguna prestación laboral, sin oportunidad de tener oportunidad para
mejorar laboralmente y tener una diferente clase de vida.
casi no pudo desayunar,
se fue corriendo al trabajo no queria llegar tarde, sin saber que ese dia llegaría su trágico final.
Era una tarde agitada para muchos, la ciudad
en realidad se vuelve una selva, casi chocamos unos con otros, cada quien en su
asunto, unos trabajando, otros comprando, otros simplemente informándose, otros
solo viendo, y asi...
La Biblia dice en San
Juan 3:16 “Porque de tal manera amo Dios al mundo que ha dado su hijo unigénito
para que todo aquel que en el crea no se pierda mas tenga la vida eterna”. La pregunta para ti es: después de
saber cuánto vales y te ama Dios, ¿Que harás tú con Jesús, el regalo de
salvación?
Puedes pedirle perdón por tus pecados:
Señor Jesús yo te pido perdón por todos mis pecados, sé que has muerto
en una cruz por amor a mí, y que Dios Padre te resucito de entre los muertos al
tercer día; lávame, límpiame de mi maldad con tu sangre preciosa, te necesito,
te declaro el Señor y Salvador de mi vida, enséñame hacer tu voluntad, dame
fuerzas, dame una nueva vida; yo doy gracias a Dios el Padre por haberte
enviado a mi Jesús a morir por mis pecados y por recibirme como tu hijo. En tu
nombre Jesús he orado, Amen.
Si usted ha hecho esta oración, Lea la Biblia, así conocerá como hacer
la voluntad de Dios y alimentara su alma, tendrá consejos prácticos para todos
los problemas de su vida, hallara la verdad y esta le hará libre; busque a Dios
en oración, Dios le escucha y el responde las oraciones; y busque una Iglesia
donde se le predique la palabra de Dios. ¡Cristo Viene Pronto, ya no como
Cordero, sino como Juez de las Naciones, prepárate para el encuentro con Dios! La
Biblia que es la palabra de Dios, en Apocalipsis 3:20“He aquí, yo estoy a la
puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrare a él, y cenare
con él y el conmigo”. Apocalipsis 14:9. El Señor Jesucristo
Te Ama y murió por amor a ti.
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