martes, 25 de junio de 2019

En la silla de los infieles: “Violencia en la ciudad”


En la silla de los infieles: “Violencia en la ciudad”

Amaneció para José René como todos los días, solo que ahora cumplía un mes y días de haber comenzado a trabajar, estaba contento por haber conseguido un trabajo, paso un par de meses que no había tenido trabajo, estuvo viviendo en la casa de su suegra junto con su señora y sus dos hijos, pero se sentía incomodo porque no había aportado dinero para la subsistencia de su familia como debía, y paso mucho tiempo sintiéndose humillado por esta situación tan incómoda, estaba contento porque este año si pudo mandar a estudiar a su hijo mayor, se había cambiado de casa, el lugar era tranquilo, había conseguido un trabajo, y eso aligeraba su carga, había tanto con que lidiar, pero estaba contento porque las cosas comenzaban a funcionar.

Meses antes hizo algo de lo que se sentía avergonzado, y preocupado, le pidieron que llevara una caja pequeña, le pagaron bien, y aunque no sabia que contenía, algo le parecía que no estaba bien, ese dinero se acabo como agua, no entendía porque, el siempre estaba necesitado de dinero pero  decidió que aunque le tocara ir a picar piedras y a jalar arena y que le pagaran poco, otro trabajo de llevar cajas no lo iba hacer.

Se fue de donde vivía, y se sintió aliviado, no se despidió de nadie y dejo dicho que se iba al norte, pero no fue así, cierto día, en su trabajo aparecieron unos amigos de las personas a quienes les había hecho el trabajo de llevar la caja, no le gusto, se preocupo y trato de no darle importancia, total se decía yo no se nada, eso lo sabia el, pero no era lo que creían quienes lo habían contratado, el les generaba una gran desconfianza, y no les alegraba verlo…

Jose Rene, desde niño le toco trabajar en cosas tan difíciles, sembrar la tierra, cortar caña, cortar café, sus manos eran bastante ásperas, se las había dañado de tanto trabajo, para sus padres les había parecido mejor que les ayudara a trabajar de esa manera, pues el, era el mayor de siete hermanos,  y la comida escaseaba para aquella familia, tenían tantas necesidades, el nunca se había puesto zapatos, hasta que cumplió once años, cuando comenzó a ir a primer grado, una maestra del Cantón donde el nació se intereso porque comenzara a estudiar y le consiguió unos zapatos usados, el primer día le hicieron tantas ampollas que cuando iba de regreso a su casa se los quito y los llevaba en el hombro, y poco a poco comenzó acostumbrarse a usar zapatos.

A sus quince años, conoció San Salvador, vino de paseo a la casa de una prima que vivía en Apopa, se enamoro de una niña tan bonita que era vecina de su prima, y hacia tanto esfuerzo por venirse los fines de semana a Salvador,  comenzó a buscar en el Cantón en que mas podía trabajar, y ganar dinero para ver a esa niña que lo tenia soñando despierto; dos años pasaron y su lucha por ese amor dejo de ser en vano y se le hizo realidad, dejo de estudiar, y prefirió conseguir un trabajo en la Ciudad, con el objeto de estar cerca de su niña amada, y formar un hogar con ella; asi fue como se vino a San Salvador, una ciudad relativamente grande en relación al lugar donde nació, en donde las corrientes y las ideas de pensamiento eran muy amplias casi para toda la gente, aquí pasaban cosas que en su lugar de origen no pasaban;  sin estudio difícilmente consiguió ubicarse en algún trabajo, el deseaba aunque sea trabajar en los camiones de basura de la Alcaldía Municipal de San Salvador, había oído que la paga era algo buena, y a el no le daba pena trabajar en eso, casi nadie lo conocía, el quería sacar al crédito una casita del fondo para poderle decir a Rosita si se casaba con el, no pudo ingresar a trabajar en esa Alcaldía, lo intento bastante, trato hasta de hacerse amigo de un señor que trabajaba en dicho lugar, pero no paso nada, llevo su hoja de vida, pero no podía conseguir trabajo, sin embargo a pesar de ser menor de edad consiguió trabajo en un comedor del gran San Salvador, que no solo era un comedor, era un chupadero, allí le dieron trabajo de vigilante, el no tenía ni idea lo difícil que sería trabajar en ese lugar con gente alcohólica, gente que tenia sus emociones a flor de piel, unos atropellando a otros, de cuando en cuando unos cuantos heridos en pleitos de ebrios. Sin embargo tenia un pensamiento tan fijo en su mente, casarse con Rosita, y creía que todo valía la pena por ella.

La maestra que lo animo a estudiar le aconsejaba que continuara estudiando, y que luchara por estudiar dos grados en un año para que avanzara pronto, pero no quiso,  su corazón pudo mas que los consejos y la razón, a sus cortos diecisiete años se acompaño con una menor de de dieciséis años,  al no alcanzarle el dinero que al mes ganaba, se la llevo a la casa de sus padres, y al siguiente año se convirtió en padre, fue dura la responsabilidad, ambos dejaron de estudiar, y sin  un futuro, comenzaron a trabajar la tierra, pero al nacer su niño sintió la carga tan difícil de llevar… porque ya no tenia que pensar solo en el, sino que tenia que pensar en sostener dos personas mas, sintió que era mas fácil venir a trabajar aunque sea en ese chupadero en San Salvador, que quedarse en el campo trabajando la tierra, y asi lo hizo se regreso a San Salvador, pero en la ciudad, sin estudio,  y con familia las cosas fueron bastante duras, casi no desayunaba, volvió a trabajar de vigilante, el dinero escaseaba, tuvo que buscar alquilar  al menos un cuarto para vivir con su familia, aunque las tormentas de la vida arreciaron el era una de esas personas que no se daban fácilmente por vencido, y por amor a su familia siempre se esforzaba.

catorce largos años pasaron, amaba a Rosita como siempre, aunque no se había casado con ella, ya tenían dos hijos uno de doce años y otro de diez, el ya había estado en diferentes trabajos, ninguno como empleado publico, ninguno con buena paga, solo trabajos donde su fuerza laboral había sido mal valorada, con poca paga, sin ninguna prestación laboral, sin oportunidad de tener oportunidad para mejorar laboralmente y tener una diferente clase de vida.
casi no pudo desayunar, se fue corriendo al trabajo no queria llegar tarde, sin saber que ese dia llegaría su trágico final.

Era una tarde agitada para muchos, la ciudad en realidad se vuelve una selva, casi chocamos unos con otros, cada quien en su asunto, unos trabajando, otros comprando, otros simplemente informándose, otros solo viendo, y asi...

La Biblia dice en San Juan 3:16 “Porque de tal manera amo Dios al mundo que ha dado su hijo unigénito para que todo aquel que en el crea no se pierda mas tenga la vida eterna”. La pregunta para ti es: después de saber cuánto vales y te ama Dios, ¿Que harás tú con Jesús, el regalo de salvación?
Puedes pedirle perdón por tus pecados:
Señor Jesús yo te pido perdón por todos mis pecados, sé que has muerto en una cruz por amor a mí, y que Dios Padre te resucito de entre los muertos al tercer día; lávame, límpiame de mi maldad con tu sangre preciosa, te necesito, te declaro el Señor y Salvador de mi vida, enséñame hacer tu voluntad, dame fuerzas, dame una nueva vida; yo doy gracias a Dios el Padre por haberte enviado a mi Jesús a morir por mis pecados y por recibirme como tu hijo. En tu nombre Jesús he orado, Amen.

Si usted ha hecho esta oración, Lea la Biblia, así conocerá como hacer la voluntad de Dios y alimentara su alma, tendrá consejos prácticos para todos los problemas de su vida, hallara la verdad y esta le hará libre; busque a Dios en oración, Dios le escucha y el responde las oraciones; y busque una Iglesia donde se le predique la palabra de Dios. ¡Cristo Viene Pronto, ya no como Cordero, sino como Juez de las Naciones, prepárate para el encuentro con Dios! La Biblia que es la palabra de Dios, en Apocalipsis 3:20“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrare a él, y cenare con él y el conmigo”. Apocalipsis 14:9. El Señor Jesucristo Te Ama y murió por amor a ti.




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