miércoles, 1 de mayo de 2019

El niño que no sabia lo que era el amor


"El niño que no sabia lo que era el amor."

Salmos 139:13-14.


Porque tú formaste mis entrañas;

Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien. 



Cuando  el niño nació, su madre le dijo tantas veces que el era el producto de un error y el se lo creyó, cuando fue a la escuela el maestro le dijo a su mama, que era incapaz de aprender, cuando llego a su casa, su mama tomo en la mano un cincho y lo castigo, y le volvió a recordar que el en esta vida era un error, el niño escucho, le dolió su corazón y  se lo creyó,  se paso culpando y sintiéndose incapaz de todo, paso dos años estudiando primero, a medida crecía, todo el tiempo su madre y sus parientes se encargaban de decirle que el no era igual que los demás, porque era demasiado lento para aprender, y el se lo creyó, al fin aprendió el abecedario, al fin termino todas las lecciones y al fin entendió como leer, y como escribir, el día que paso primer grado le pareció que era el triunfo mas grande de su corta vida, pero cuando llego a la casa su madre lejos de alegrarse porque había pasado de grado, le volvió a repetir la horrenda frase que el era inferior a los demás, porque paso raspado, y el niño se lo creyo, nunca hubieron palabras de admiración, de afecto, no hubo un te quiero, ni un te amo, ni una palabra de aliento hacia el, hubo comida, hubo ropa y zapatos, tenia un techo, pero no sabia lo que era el amor.
Con el paso del tiempo el niño creció y se convirtió en un adolecente, se esforzaba tanto, que para no tener problemas en su casa no hablaba con nadie, no jugaba con nadie, no le expresaba nada a nadie, estudiaba tanto que se conviertio en el mejor de su clase, las cosas cambiaron pero parecía que eso no cambiaba el concepto que su madre tenia de el, pues siempre le recrimino y le dijo que el era un error.
Un dia antes de impartir la clase, alguien llego a predicar del verdadero amor, les leyó en San Juan 3:16, a pesar que el niño había padecido tanto por parte de su madre y de muchas personas el jamás se quejo ante Dios, de porque le habían sucedido tantas cosas y había sufrido tanto maltrato.
Durante la exposición de la palabra de Dios, el predicador decía” Dios, te ama, a el le plació darte el regalo de la vida, no importa si tu padre o tu madre te aman, si están presentes o si te abandonaron, a Dios le plació darte la vida, y al darte ese regalo automáticamente desecho a ciento cincuenta millones de espermatozoides que pudieron tener el regalo de vida que ahora tu tienes, tu no eres el producto de un error, tu vida es el producto de la misericordia de Dios, el quizo darte la oportunidad de vivir, y tienes una deuda moral con la vida, aun si nadie te ama, tu tienes la obligación con tu vida de hacer lo mejor que puedas, y de tratar de ser feliz, de ir por los medios correctos y ser feliz, aunque te dire, tu felicidad será completa cuando Cristo more en tu corazón, nadie te ama como Cristo, el murió por amor a ti en una cruz, el tanto que llego hasta las ultimas consecuencias el te amo tanto hasta llegar a la muerte, por pagar la deuda de tus pecados y hacerte libre de todo pecado, de toda mentira que satanas ha querido poner en tu mente para hacerte sentir infeliz, no le creas, el es tu enemigo, el solo quiere destruirte, pero Cristo te ama tanto, que dio su vida por amor a ti.”
Las palabras del predicador llegaron hasta lo mas profundo del corazón del joven, ese dia recibió a Cristo, y algo inexplicable paso en el, se sintió amado por primera vez, ese pequeña decisión cambiaria el rumbo de su vida.
Comenzo a orar desde ese dia por su madre, el sabia mucho de ella, la había oído llorar tanto por las noches, el sabia que ella no era feliz, algo dentro de el le decía, que ella lo amaba, pero que no sabia como expresarle afecto, el deseaba tanto un abrazo, siempre se sentido como huérfano de madre y de padre, a su padre no lo conocía, pero le parecía increíble vivir con su madre en la misma casa y nunca haber disfrutado de su afecto.
Los dias pasaron y el había empezado a orar, a pedirle a Dios, de corazón, sin palabras rebuscadas, sin inhibiciones de ningún tipo, y aunque no escuchaba la voz de Dios en sus oídos, por su palabra si, y ahora tenia un Padre Celestial, la tristeza de su rostro que había estado en el desde su infancia había desaparecido, el sabia que su vida no era igual, y todos los dias le pedia a Dios que perdonara los pecados de su madre y que le quitara la tristeza de su corazón.
Varios años pasaron el niño se convirtió en un buen medico, su madre siempre indiferente con el pero ya existía en ella una pequeña espinita que a veces ella creía que era remordimiento, que a pesar de su indiferencia, su hijo tenia palabras amables y dulces hacia ella, aunque el sabia que su madre no lo dejaba acercarse tanto a ella.
Un dia su madre se enfermo, de cálculos en la vesícula y tenían que operarla de emergencia, el solo se dio cuenta de lo que le pasaba a su madre y se presento de inmediato al hospital, estaba tan delicada de salud que a ella le parecía que se iba a morir, fue en ese momento que hizo un recordatorio de su vida, de como se había comportado con su hijo, de lo mal que lo había tratado, en eso estaba pensando cuando llego su hijo, no había medico que la operara, aunque su condición era critica, asi es que el la opero, seis horas se estuvieron en el quirófano, fue tan difícil, estaba operando a su madre, aunque ella no lo había amado, el la amaba, siempre había anhelado de ella un te quiero, un abrazo, y estaba en un momento tan crucial que parecía que eso jamás iba a ocurrir, en su interior el medico estaba suplicándole a Dios misericordia por la vida de su madre, y porque le diera la guianza de como operar, pues todo se había complicado. Pero Dios le presto la vida.
Por la gracia de Dios la operación fue todo un éxito, la mujer se recupero rápidamente, y su hijo se presentaba constantemente a revisar la condición de salud de ella, y un dia no pudo mas, la mujer comenzó a llorar frente a su hijo recordando las muchas veces que lo había desechado, humillado y menospreciado, y dándose cuenta que el la amaba, le pidió perdón por todo el daño que le había causado, y reconoció que su hijo había sido uno de los mejores regalos que ella había tenido en su vida.
Los ojos del medico se llenaron de lagrimas, y ese dia le presento al Señor Jesus a su amada madre, los siguientes años se llenaron de dulcura, la vida de madre e hijo comenzó a florecer, porque Jesus todo lo hace florecer, El es la sanidad, El es la Luz, y El es la vida.
No importa como haya sido la forma que viniste a este mundo, nunca aceptes que eres un error, a Dios le plació darte el regalo de la vida, tu eres la creación y la imagen de Dios. Y el te ama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

"He aha ka ke Akua e noi mai nei"