Solo vuelve a JESUS…
Era una noche muy fría (“Juan 18: 18. Y estaban en pie los siervos y los alguaciles que habían encendido un fuego; porque hacía frío, y se calentaban; y también con ellos estaba Pedro en pie, calentándose.”) …
La noche más oscura en Jerusalén, la más sombría… la noche más cruel de la historia de la humanidad, la noche en que el Señor Jesús fue apresado, estaba de pie, escuchando calumnias sobre él, para poder justificar su sentencia de muerte, estaba de pie conociendo de antemano su destino cruel morir clavado en una cruz, estaban allí, ya había sido apresado, golpeado, anteriormente a eso su cuerpo ya sentía la desesperación por su destino, sudaba sangre y agua el peso del pecado y la agonía por lo que sufriría le causo ese efecto;(“Lucas 22: 44. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.”) 43 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. 44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.”) …
Jesús sabia una verdad, estaba solo, nadie podía ayudarle, Dios ya no podía estar cerca de el, Jesús cargaba sobre El, el pecado de la humanidad, y Dios no converge con el pecado, Dios Padre amaba a Jesús, pero no podía estar cerca de Él, por nuestros pecados sobre si, por eso Dios envió un ángel a fortalecerle.
Era el peor de los momentos en la vida de Jesús, serian horas de dolor, escarnecimiento, sufrimiento psicológico, el abandono, el bulling de miles, violencia física al extremo de personas de su misma nación y de otros nada menos que de los romanos, gente cruel en extremo, ningún otro momento como ese, los suyos lo despreciaban y pedían a gritos su muerte, como un criminal, sabiendo que era inocente, lo golpearon hasta el cansancio, los judíos le mesaron la barba, es decir le arrancaron su barba con las manos, cuantos habrán intervenido en esto, su rostro debió estar muy lastimado, y desfigurado, lo escupieron, lo escarnecieron como quisieron, una masa de carne, sin sangre, sin barba, con golpes y heridas en todo su cuerpo y una terrible corona de espinas entrando en su sienes.
Sus discípulos, familiares y amigos no estaban sus amigos más cercanos si estaban allí, Juan que era conocido del sumo sacerdote, estuvo allí pero no podía hacer nada, y Pedro que momentos antes en un intento de protegerle le cortó la oreja a Malco, criado del sumo sacerdote (Juan 18: 10-11 Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco. 11 Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?”), pero pronto esto iba a cambiar…pronto el temor se apoderaría de Pedro, y lo negaría, y lloraría amargamente, horrorizado intimidado por la crueldad que vería en contra de Jesús… el corazón valeroso de Pedro se convertiría en el corazón de un pequeño niño aterrado de miedo
Jesús estaría presente en ese momento y le vería y su mirada seria el dolor que haría que haría que Pedro, un hombre rudo llorara amargamente, recordando cuando el mismo le dijo a Jesús: “apártate de mí Señor, que soy pecador (Mateo 16: 16.“…Tu eres El Cristo, el Hijo del Dios viviente”, Pedro el único hombre que camino sobre las aguas, Pedro uno de los tres que vieron la transfiguración de Jesús oyo la vos de Dios, diciendo que Jesús era su hijo amado.
Pedro el hombre que Jesús le cambio su nombre, Pedro el discípulo cercano del grupo íntimo de oración de Jesús, probablemente fueron muchos los recuerdos de Pedro desde que conoció a Jesús, como el día cuando lo llamo y lo escogió de entre muchos… los días que compartió con el viendo los milagros, como el de la pesca milagrosa, la resurrección de la hija de Jairo, ese día Jesús lo escogió para que el viera ese milagro, Pedro vio los muertos levantarse, el hijo de la viuda de Naim, la resurrección de Lázaro, eran tantas las cosas que vio incluso que Jesús pego la oreja de Malco, enmendando así su crimen, y evitándole posiblemente la muerte, tenía tanto que agradecerle, tanto que amarle y haberle traicionado era el equivalente haber renunciado a su fe, haber desobedecido a Dios, y traicionado por igual, era tan difícil, no solo había traicionado a su mejor amigo, sino a su maestro, a su Mesías, su redentor, al Hijo de Dios.
Cuanto habrá rogado Jesús por Pedro, imagino mucho y a pesar de su traición, Jesús siempre esperaba lo mejor de Pedro, una vez vuelto confirma a tus hermanos, apacienta mi Grey, Jesús volvió a confiar en Pedro, no sin antes reconvenirle en su amor hacia él, Jesús
Me encanta leer esa parte de la escritura.
El conocía el
dolor genuino del arrepentimiento de Pedro, por haberle traicionado y sabía que
una vez lleno del Espíritu Santo se convertiría en un hombre valiente, que no temería
la cárcel, la muerte, los religiosos ni ningún poderoso de su época, ni a nada.
Jesús sabia como era ese momento de la traición de Pedro pero también conocía
el final que según la historia murió crucificado…por amor y lealtad a Jesus.